miércoles, 6 de mayo de 2009

EL SALVADOR ANTE UN NUEVO GOBIERNO POPULAR(1): “La disputa por el rumbo histórico que llevará este país apenas está comenzando”


Entrevista a SIGFRIDO REYES, miembro de la Comisión Política de FMLN

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El 15 de marzo pasado el pueblo de El Salvador superó el miedo y el terrorismo psicológico y mediático, echando abajo una era de casi 20 años del partido derechista ARENA. El periodista Mauricio Funes ganó con casi 52 por ciento de los votos frente a su contrincante Rodrigo Ávila, ex jefe de la policía nacional y ex vice ministro de seguridad de los gobiernos anteriores.

No obstante, algunas declaraciones de Funes han causado preocupación en las filas de FMLN y en los sectores populares, sobre todo por el carácter y por el programa que tendrá el gobierno que asumirá el 1 de junio próximo. El corresponsal en América Latina Dick Emanuelsson, conversó con Sigfrido Reyes del FMLN y con Fidel Nieto, rector de la Universidad Luterana en San Salvador y líder de la Tendencia Revolucionaría (TR) sobre interrogantes que ya muchos se hacen en El Salvador y en el mundo: ¿qué tipo de gobierno tendrá el pueblo salvadoreño? ¿qué tareas esperan al FMLN, a la izquierda en general y al movimiento popular? A continuación una síntesis de ambas entrevistas.


Por Dick Emanuelsson
Un agradecimiento especial a Marialuisa Atienza por la trascripción de los reportajes de El Salvador


DE: En primer lugar, muchísimas gracias por atendernos, están ustedes diputados en una asamblea, en una plenaria, sobre la legislación de protección al menor, que es bastante cansón, muchos debates y realmente, estamos muy agradecidos por recibirnos. Para un sueco, el nombre Sigfrido es un nombre muy antiguo en Suecia ¿Usted tiene algunas relaciones con los países nórdicos?

Sigfredo Reyes (SR::) – Muchas gracias por la oportunidad. Lo de mi nombre creo que tiene que ver más con una afición de mis padres a la lectura de la literatura y la leyenda de los Nibelungos [1]. No tengo ninguna ascendencia nórdica o alemana, excepto porque mi familia, en los años de la guerra en El Salvador, tuvo que salir al exilio, y terminaron estableciéndose en Suecia, sí, así que yo siempre he tenido mucha gratitud por ese país porque fue muy generoso con decenas de miles de latinoamericanos: salvadoreños, chilenos, argentinos, uruguayos, guatemaltecos, colombianos que huían de las dictaduras y de la represión de los militares, la violación de los derechos humano.

DE: - ¿Están ahí todavía?

SR: – Sí, todavía están, aunque estuvieron acá en los días recientes, algunos todavía han quedado de visita, porque querían ser parte de este cambio histórico para el país.

Las diferencias entre las elecciones 2000, 2004 y 2009

DE: En primer lugar también quisiera darle unas felicitaciones por lo que es no solamente una victoria, sino una victoria histórica y quisiera preguntarle: ¿Cuáles son los factores detrás de la victoria 2009 y no de las elecciones 2000 o 2004?

SR: – Creo que en primer lugar, el factor que explica el resultado es que hemos cumplido aplicando una estrategia política diseñada por la dirección del partido, FMLN, en la cual le dimos una enorme importancia a la unidad interna del partido, al desarrollo de sus capacidades organizacionales en el terreno, en el territorio, con los sectores sociales. El partido, es un partido con mucho prestigio en la sociedad salvadoreña, con mucho arraigo en los sectores populares y por lo tanto, reconocido como un partido capaz de encabezar las luchas por las reivindicaciones de este pueblo, sin duda que ese fue un factor determinante. En otras ocasiones, las elecciones las habíamos encontrado en un panorama menos positivo. La discusión sobre candidaturas, nos llevó a fracturas internas, a divisiones. Esta vez fue diferente, se logró mantener una cohesión y, a mi juicio, eso fue determinante para la victoria. El segundo elemento, es que diseñamos un programa de propuestas para el país que incluye políticas públicas, en diversos ámbitos del gobierno, en materia económica, social, ambiental, la reforma política, la democratización, la seguridad ciudadana, la política exterior, la infraestructura del país, la energía, la educación, la salud, la vivienda. Políticas que, a nuestro juicio, son las que pueden sacar al país de una situación bastante difícil que estamos viviendo ahora y que hemos vivido en los últimos años. Es evidente que en El Salvador, como en otros países, el modelo neoliberal aplicado a la economía y a la sociedad, no dieron buenos resultados. El país se convirtió en un país generador de pobres, y muchos de esos pobres se convirtieron en emigrantes, y el país no pudo, hasta la fecha, construir una economía sostenible bajo su propio impulso. Entonces, el programa que ofrecimos, fue un programa creíble para la sociedad en su gran mayoría, un programa aceptado, acompañado. Y el tercer elemento clave en esa estrategia, es la candidatura presidencial, la candidatura a la vicepresidencia, la fórmula presidencial, que lograron atraer votantes de sectores que bajo otras condiciones y circunstancias, no votarían probablemente por el Frente. Se logró atraer un voto caracterizado como centro-derecha, o un voto centrista, y eso ayudó a alcanzar las metas electorales. Nadie pone en duda en este país que el FMLN es uno de los dos partidos principales, eso está fuera de cualquier discusión. Pero siempre nos habíamos quedado debajo de los 40 puntos en la votación presidencial. Y en un sistema electoral, donde necesitas tener un 50% más uno de los votos, era sumamente importante atraer sectores que tradicionalmente no han acompañado al FMLN, por su propia condición de clase, o por su propia visión ideológica del mundo. Entonces, una fórmula presidencial bastante acertada, un programa de cambios que a la vez permitían darle estabilidad y tranquilidad a la sociedad, fueron, pues, jugando este resultado de victoria, sin dejar de lado, por supuesto, el papel del partido en el territorio, en los sectores en la opinión pública, en la Asamblea Legislativa, en el Parlamento, que al final se convierten en el punto de comparación para medir a un partido. Eso creo que fue, la fórmula.

DE: Mauricio Funes, el nuevo presidente de El Salvador, ha dicho que una de las dos tareas más priorizadas para el futuro gobierno serán la seguridad y enfrentar la crisis económica para el pueblo salvadoreño. ¿Qué más está en el orden del día para el nuevo gobierno y también por supuesto, las tareas van a ser un poquito diferentes ahora para el partido como tal, que antes, cuando estaba en la oposición?

SR: – La agenda de cambios que queremos impulsar para el país, incluye otros elementos muy importantes: La superación de la pobreza y la exclusión social, es algo central para nuestro partido. En este país, todavía se viven niveles de pobreza insospechados en otros lados, hay una exclusión social muy marcada, hay un desarrollo territorial bastante centrado en las grandes ciudades y un abandono muy evidente de las zonas rurales. Entonces, éste es un punto que tenemos que atacar rápidamente. Tenemos que aplicar programas sociales de emergencia para enfrentar la crisis alimentaria, enfrentar también el problema del analfabetismo, enfrentar la situación de salud precaria de la población. Entonces, toda la problemática de ataque a la pobreza, es algo también central en nuestro programa.

Incentivar el sector productivo

DE – Que dice ahora el partido de oposición, ARENA, sobre las propuestas de FMLN y el programad el nuevo gobierno?

SR – Lo que pasa es que el partido ARENA tiene una visión asistencialista para reducir la pobreza, que consiste en darle a las familias pobres un bono de dinero de 15 dólares, o 20 dólares en un mes, algo casi ridículo en cuanto a monto de dinero. Nosotros creemos que hay que pasar más allá de darle dinero a la gente. Tenemos que darle la oportunidad de trabajar, de cultivar la tierra, de poner en práctica la actividad industrial aunque sea en pequeño. En fin, generar empleo que permita que el combate a la pobreza va a ser sostenible y no dependa siempre de los impuestos, de los que pagamos impuestos, para impulsarlo. Ese es un punto central. Otro punto central de nuestra agenda, para el gobierno, deviene del compromiso de democratizar la sociedad salvadoreña. Esta es una sociedad de rasgos, hasta cierto punto, feudales…

DE - ¿Elitista?

SR - Altamente elitista, una extremada concentración de la riqueza. Entonces, tenemos que democratizar este país. Esto pasa por sanear el sistema electoral, sanear el sistema judicial, descentralizar el Estado, tener una política de seguridad efectiva, que pueda contener la violencia y la delincuencia. Pasa también por dar apertura a nuevas señales en el mundo de las relaciones internacionales del país. Este país ha estado muy marcado por orientaciones ideológicas en política exterior. Y por supuesto, un excesivo sometimiento a los dictados tradicionales de Washington. Creemos que la democracia en el país no será tal democracia, mientras sigamos teniendo como punto de orientación solamente Washington o que tengamos que vivir con vestigios de la guerra fría, el aislamiento a Cuba, el deseo o respeto de la derecha de las relaciones con Taiwán en oposición a China continental y otros temas de la política exterior que a nuestro juicio tienen que ser cambiados. Así que eso amplia un poco más el panorama de la agenda del nuevo gobierno. O sea, es importante superar la crisis económica, especialmente, pero igualmente importante es aprobar medidas sociales o distributivas, que permitan que los pobres puedan tener un poco más de oxígeno y puedan tener un poco más de condiciones para salir adelante, y no limitarse simplemente a cruzarse de brazos en lo que hace el mercado, por ejemplo…

DE - … o esperando las remesas…

SR - … o esperando las remesas que es un mecanismo de sobrevivencia del modelo económico, crea pobres, y despacha a los pobres para que vayan a trabajar a otro país, EE.UU. en este caso, y que luego, los mismos pobres, subsidien a los pobres que se quedaron. El gobierno se ufana de tener niveles de descenso de la pobreza muy grandes. Nosotros siempre nos hemos hecho la pregunta ¿eso responde a una acción del Estado, o es implemente porque los que se fueron, son los que están mandando dinero?

DE – Pero tienen la forma para realmente crear un sector productivo que no ha existido durante los gobiernos neoliberales?

SR - Yo creo que lo primero tiene que haber un enfoque de mayor prioridad al mercado interno y al mercado regional, creemos que Centroamérica no puede seguir fragmentada en pequeñas economías, hay condiciones para tener un mercado apreciable en cuanto a población. Somos 40 millones de habitantes, no es poco. Hay que potenciar a los pequeños y medianos empresarios con crédito, con tecnología, con investigación de mercados con educación de alta calidad para la mano de obra, con mayor calidad de los servicios: energía, agua, telefonía, más seguridad, no sólo la seguridad jurídica, de que se van a respetar los contratos, sino la seguridad personal de aquellos que quieren invertir en el país. Así que esos son elementos que vamos a necesitar fortalecer para conseguir el objetivo.

El ejemplo del campo nicaragüense

DE - ¿Cuáles son las experiencias que Nicaragua que ya lleva dos años con el gobierno sandinista, puede dar a El Salvador por ejemplo en el campo, en donde el gobierno Sandinista ha tenido un gran éxito para justamente aumentar la productividad?

SR – Yo creo que Nicaragua ha dado pasos muy importantes al propiciar medidas de lucha contra el hambre y por la creación de empleo rural.

DE - … y exportar sus productos. . . .

SR – . . . y generar una productividad que le permita exportar alimentos, sobre todo. De hecho, una buena cantidad de los alimentos que se consumen en El Salvador, son comprados en Nicaragua. Claro, la dotación de recursos de Nicaragua, en tierras, aguas, es evidentemente superior a la de El Salvador. Pero se han creado condiciones para que la gente invierta en el agro. Creo yo que ese es un punto interesante que podríamos conocer más en detalle, cómo se pasa más allá de entregar un dinero y se van generando condiciones de producción para que los pequeños, medianos campesinos puedan exportar sus productos

El ejemplo de de participación ciudadana en Nicaragua

DE – Durante la guerra sucia electoral del partido ARENA se decía que el verdadero amigo de Funes es Chávez, porque el mapa político de Centroamérica hoy en día es muy diferente que hace unos cuatro, cinco años, para no hablar del tiempo de la guerra. Le hacía la pregunta sobre las experiencias de Nicaragua durante estos últimos años y FSLN y FMLN tienen relaciones antiguas, son dos partidos de masas, y entonces, ¿qué tipo de visión y perspectiva da el mapa político de Centroamérica de hoy?

SR – Con el Frente Sandinista nos unen los cordones umbilicales, porque Farabundo Martí peleó junto con Sandino para expulsar a los invasores yankies en los años 20. De ahí nace una tradición de hermandad en la lucha, que se ha mantenido todos esos años y que significó también que muchos salvadoreños fueran a combatir a Somoza en su momento. Y siempre hemos tenido una gran solidaridad del pueblo de Nicaragua, de los hermanos sandinistas, de Daniel Ortega, en particular. Hoy en día, ellos están en el gobierno, afortunadamente, están implementando un programa de cambios importantes, con las limitaciones que significa esa crisis global que está reduciendo la demanda de productos de nuestros países, que está reduciendo, incluso, el envío de remesas, reduciendo los flujos de inversión y de crédito. Pero Nicaragua está saliendo adelante y está convirtiéndose en una gran potencia en términos agro-alimentarios. Pero más allá de eso, también hay experiencias novedosas en Nicaragua, en materia de democracia, impulsando mecanismos de participación ciudadana y de apertura en la gestión pública, que a nuestro juicio, vale la pena estudiar, porque son mecanismos que rompen con la tradicional democracia participativa y abren otros cauces a la democracia, una democracia más ciudadana, más de base, eso es, a nuestro juicio, algo muy interesante que está haciendo el Frente Sandinista y el gobierno.

DE - ¿Están ustedes estudiando esa experiencia para…


SR – No, no la hemos estudiado, digo, sería digno de conocer más en detalle.

DE - … intercambiar?


SR – Intercambiar, conocer la filosofía de ese concepto, no para copiarlo simplemente, porque creemos que los esquemas de democracia participativa están bastante desgastados en nuestros países, y la ciudadanía demanda espacios de participación, mecanismos para involucrarse en la toma de decisiones en los asuntos públicos y hay que imaginar otros modelos de democracia más participativos, más avanzados, más en manos de la ciudadanía y no en manos de la burocracia. Yo creo que Nicaragua está haciendo un experimento digno de estudiarse, porque rompe con los estereotipos que hasta el momento hemos vivido, donde se tienen determinados poderes del Estado, hay elecciones cada cuatro, cinco años, pero no hay una real participación de la ciudadanía en la toma de decisiones

Las relaciones internacionales del nuevo gobierno

DE – Ustedes fueron muy acosados en las elecciones 2004, el fantasma de la ETA de España y, bueno, siempre hay una fuente interminable de argumentos y ataques contra una nueva alternativa política en cualquier proceso social y político. Aparte, si sacamos un poco de lo más absurdo de esto ¿qué se podría hacer en el sector de energía, educación, salud? Yo vivo en Honduras y allá y el acuerdo entre Honduras y el ALBA significa que vienen medicamentos cubanos a un precio pero muy, muy favorable para todos los hospitales públicos. En la educación también se está avanzando, ya han acabado una tercera parte del analfabetismo durante cinco, seis meses y se da un proceso francamente interesante que ha despertado la conciencia de gran parte del pueblo hondureño. ¿Qué podemos esperar de un nuevo gobierno de Mauricio Funes y FMLN sobre la cara inclinándose hacia el Sur?

SR – Nosotros nos hemos comprometido en nuestro programa de gobierno, hacia una nueva política exterior basada en la nación salvadoreña, dejando atrás una política exterior marcada por la entrega de los intereses nacionales que nos llevó al extremo ridículo, de participar en una guerra de invasión en Irak y en una larga ocupación de ese país, lo que nos ha mantenido involucrados en conflictos propios de la guerra fría: ser parte de la estrategia para aislar Cuba, manteniendo una política de enfrentamiento político y diplomático con los gobiernos progresistas de América Latina, felicitando, incluso, un golpe de Estado contra Hugo Chávez en el año 2002, manteniéndonos amarrados a la diplomacia del dólar que practica Taiwán, frente a una realidad que ya nadie puede negar , que es la realidad económica, tecnológica y militar de China. Nosotros tenemos que hacer un viraje sustantivo en la política exterior. No pretendemos alinearnos a ningún eje, ni creemos que ese sea nuestro destino, queremos mantener buenas relaciones con EE.UU., cultivar esas relaciones, recibir apoyo para nuestro desarrollo, conseguir un trato justo para los emigrantes. Pero todo con una relación nueva de respeto, de diálogo, y de que se comprendan los intereses de nuestro país. Con los países de Sur hay enormes posibilidades de multiplicar los lazos, los contactos, en materia energética, en materia técnico-científica, en materia de salud, en materia de producción agropecuaria, agro-alimentaria, en materia de cooperación política para enfrentar amenazas a la seguridad regional, lucha contra las drogas, etc. Así que nuestra visión de las relaciones internacionales del nuevo gobierno, empiezan una visión plural, una visión que buscará atraer todo lo que se pueda en cooperación para nuestro desarrollo, venga de donde venga, por supuesto, manteniendo siempre los límites del respeto a nuestra soberanía, a nuestra autodeterminación. Hay un hecho que, a veces, algunos analistas olvidan, nosotros somos Frente de Liberación Nacional, y la liberación nacional, es la liberación absoluta de cualquier potencia hegemónica, que quiera dirigir o tutelar a nuestro pueblo. Y somos anteriores, como corriente político-ideológica en América Latina a muchos de los movimientos que ahora gobiernan en el Sur. Entonces, para nosotros resulta muy extraño y ajeno a nuestra tradición histórica, que se nos quiera poner como organizaciones subordinadas, dependientes de otros movimientos de otros líderes revolucionarios. El Frente ya tiene la suficiente vida adulta, para pensar con cabeza propia

Declaraciones de FMLN y desautorizaciones de Funes

DE – En la declaración que hizo el representante del FMLN en Cuba, sobre el establecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba y la declaración que hizo el diputado Martínez y la (contra)declaración que sacó el nuevo presidente Mauricio Funes desde Brasil, desautorizando precisamente esas declaraciones mencionadas, me imagino que también la derecha en sus medios de comunicación han intentado de aprovechar esa circunstancia (de contradicciones entre Funes&FMLN). ¿Todavía no hay una coordinación entre el presidente y el partido de Fmln?

SR – Lo que yo puedo subrayar es que nosotros tenemos un programa de gobierno que le ofrecimos al país, y la gente votó por ese programa. Y en materia de relaciones exteriores, está muy claro de que este país tiene que dar el paso de salir de esta prehistoria diplomática y dejar atrás las políticas que buscan aislar a Cuba, o aislar a cualquier país. Como partido, nosotros tenemos un compromiso claro de restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba, creemos que también es importante avanzar a una relación normal, plena, total, con China Popular, y con otros países que juegan ya un papel relevante en el mundo y en la geopolítica mundial. Esto nos parece que es un asunto de principios. Para nosotros lo fundamental es que el programa que se le ofreció al electorado, sea cumplido y que después el pueblo salvadoreño pueda juzgar si ese compromiso se ejecutó correctamente, totalmente, y a partir de eso, valore al FMLN como un partido que ha sido capaz de llevar a este país, a un nuevo momento de su historia. Creo que todo lo demás pueden ser algunos asuntos totalmente secundarios. Lo importante para nosotros es que esta oportunidad que nos ha dado el pueblo, es una oportunidad que no debemos desperdiciar en discusiones menores, sino, lo central es cumplirle al pueblo, cumplir con el programa, y cumplirle al mundo que con tanta simpatía y solidaridad ha visto siempre nuestras luchas, desde los momentos de la lucha por los derechos humanos, la lucha armada para derrumbar una dictadura militar, la lucha porque se cumplieran los acuerdos de paz, esta lucha por la democracia. Entonces, lo básico para nosotros es el punto programático, lo demás es secundario.

">¿Desviar el proceso y crear contradicciones FMLN&Funes?

DE - ¿Hay sectores poderosos en la sociedad salvadoreña que quisieran desviar, quizás la línea política de la plataforma electoral que tenía Mauricio Funes con el FMLN para de otra forma desviar al presidente en un curso que favorezca a esos sectores poderosos?

SR – Es que hay que tener clara una cuestión; El bloque de poder hegemónico, que va más allá del partido político gobernante y que incluye los factores reales del poder en el país, el gran capital, los medios de comunicación de la derecha, el partido de gobierno, por supuesto, o al menos, que será de gobierno hasta mayo, y otros factores de poder real, poderes fácticos, han perdido esta batalla, pero van a seguir dando la pelea. Y sin duda que su principal esfuerzo será en quitarle a nuestro gobierno el impulso, la decisión de limitar la profundidad de las políticas que podamos poner en práctica. Dejar sin alma y sin contenido las políticas, para, de esa forma, reservar sus antiguos privilegios. Y lo van a intentar hacer, desde los medios de comunicación, desde las presiones de los sectores del capital, lo van a intentar también hacer desde los órganos del Estado, que tienen todavía importante participación, la Asamblea Legislativa, los gobiernos locales. Desde todas las instituciones del Estado. O sea, lo que el FMLN ha ganado en esta elección, es el acceso al gobierno ejecutivo. La disputa por el rumbo histórico que llevará este país, apenas está comenzando.

DE – Es decir, han ganado las elecciones, han ganado la oportunidad de asumir el gobierno, pero el poder todavía no está en las manos del pueblo. Entonces, cuáles son las nuevas tareas organizativas y políticas que el FMLN como partido tiene que tener?


SR – Yo pienso que lo que se abre en este país, a partir de la victoria del 15 de marzo, es una especie de primavera democrática, donde el pueblo, que ya empezó a perder el miedo, va a derrumbar totalmente los esquemas de temor y miedo. Se va a volver más consciente de sus derechos.

DE – ¿Se caen muchos fantasmas?

SR – Se caen los fantasmas, se caen los miedos, y al estar conscientes de sus derechos, y al tener un Estado que no los va a reprimir y al tener el esquema de organización. No me cabe ninguna duda de que este pueblo va a avanzar, se va a movilizar, y va a proponerse nuevas metas de democratización, de desarrollo humano, de participación en los asuntos públicos, de transformación de las viejas estructuras económicas, sociales. Va a buscar también liberarse de los esquemas ideológicos que lo han mantenido sometido por siglos. En ese momento, en esa etapa la labor del partido es organizar, conducir, a este pueblo que ya empezó a saborear lo que es desatarse de las cadenas de un bloque oligárquico de poder, que lo han mantenido sumido, no por 20 años, por toda la vida, sometido. La victoria del FMLN del 15 de marzo, no es una victoria que se limite a derrotar a un partido de ultra derecha de rezagos fascistas. La real victoria ha sido la derrota del bloque oligárquico de poder, que ha dominado el país por 185 años, después de que somos república, lo que nunca en este país hubo alguna vez un gobierno democrático con vocación por los pobres. ¡Nunca! todos los intentos terminaron en fraudes, en golpes de Estado, en asesinatos, en homicidios, en guerras. El significado histórico que estamos viviendo, yo creo que todavía ni nosotros mismos lo alcanzamos a dimensionar. Por supuesto, lo que se abre ahora, no es una simple transición de un gobierno a otro. En realidad lo que se abre ahora es una transición más profunda hacia una sociedad democrática, hacia una sociedad justa, solidaria, que sea igualmente productiva, que sea capaz de resolver las necesidades materiales de su población. Y eso ciertamente, va a tomar mucho más que un período presidencial. Nosotros nos estamos preparando para hacer bien este gobierno y luego seguir recibiendo el apoyo del pueblo en las urnas, sabiendo que cinco años es demasiado poco para cumplir con las metas históricas que como partido nos hemos propuesto.

[1] Cantar de los nibelungos

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