viernes, 14 de agosto de 2009

Honduras: Solidaridad con Nicaragua en tiempos de guerra hace 30 años



Entrevista publicada el 13 de junio, es decir dos semanas antes el golpe de estado en Honduras, en la revista “CORREO de Nicaragua”, al doctor Juan Almendares acerca la solidaridad hondureña al pueblo nicaragüense sandinista hace 30 años.

Por Dick Emanuelsson

Un agradecimiento especial a la compañera Maríaluísa Atienza Salamero por la trascripción

Escucha la entrevista en audio:
http://www.box.net/shared/ao4etm02co



TEGUCIGALPA / 090613 / El Dr. Juan Almendares es un personaje conocido y respetado en Honduras. Durante más de 40 años ha estado en la primera fila en la lucha por los derechos humanos, un trabajo arduo que el 1995 culminó en la creación del Centro de Prevención, Tratamiento y Rehabilitación de Victimas de la Tortura en Honduras, CPTRT. Es invitado frecuentemente en diferentes partes del mundo para dar talleres y charlas sobre la situación, principalmente hondureña.

A final de la década -70 era rector de la Universidad Autónoma en Tegucigalpa, un puesto que fue reelegido a pesar la negativa del actual hombre fuerte entonces en Honduras; John Dimitri Negroponte. Era la época cuando el pueblo, principalmente la juventud, obreros, campesinos y estudiantes, miraba con admiración la lucha del FMLN contra la tiranía Somocista en el país vecino. Sobre ese tema y los años del terrorismo de estado dirigido por Negroponte conversó CORREO con Juan Almendares.

Dick Emanuelsson (DE) – Usted fue rector, quizás en una de las épocas más complicadas de la historia de la república. Cuando llegó John Dimitri Negroponte a Honduras, el año 81, el presupuesto militar era, si no me equivoco, por ahí unos cuatro millones de dólares y 1985, cuando dejó Honduras el embajador Negroponte, ya el presupuesto militar había llegado a unos 77 millones de dólares. En esa época Negroponte era prácticamente la araña en la guerra contrainsurgente en El Salvador y un coordinador para la contrarrevolución nicaragüense que tenía bases aquí en el territorio hondureño.

Antes del triunfo el 19 de Julio, el pueblo hondureño fue muy solidario y esa es una parte de la historia de este hermoso país que es poco conocida, y por eso hemos llegado a la clínica esta mañana aquí en Tegucigalpa para visitar y hablar con el doctor Juan Almendares. Primero que nada, Juan, muchas gracias por atendernos y cuéntanos un poco de esa época; ¿Qué expresiones tomaba esa solidaridad del pueblo hondureño para el triunfo de la Revolución Sandinista?

Juan Almendares (JA) – En primer lugar Dick, estamos muy contentos con esta entrevista, es una entrevista histórica, porque nos hace recordar la memoria de los procesos de liberación de Centroamérica, la lucha por la paz, la lucha contra una guerra que no era nuestra, sino que era alimentada por la política de EE.UU.

Quiero decirle que realmente el pueblo hondureño fue muy solidario, a pesar de que su espacio estuvo ocupado por las fuerzas contrarrevolucionarias en aquel tiempo, que tenía la anuencia del gobierno de Honduras de Suazo Córdoba, en ese tiempo, y del gobierno de los EE.UU.

Creemos nosotros que en el país se decía que iban a llover los dólares y que en realidad los hondureños íbamos a tener un clima de paz. Pero el significado de las fuerzas contrarrevolucionarias fue extraordinariamente doloroso para este país.

Quiero decir que Honduras fue solidaria con el pueblo de Nicaragua. De hecho, algunos plantean que el Frente Sandinista fue fundado en Honduras, y en realidad yo recuerdo que estaba en ese momento de rector de la universidad (Autónoma, la pública en Honduras, nota del redactor), y nuestra visión siempre ha sido centroamericanista. Cuando fui electo rector, nosotros llevamos como secretario general de la universidad una persona de Nicaragua. Entonces, esto era un reflejo de nuestra solidaridad con el pueblo de Nicaragua.

Nosotros fuimos la primera institución que saludamos el triunfo del Frente Sandinista en el año 1979. Y había un gran júbilo, no solamente en el estudiantado y el profesorado, sino en todo el pueblo hondureño. Un gran júbilo, por la esperanza que generaba salir de la dictadura de Somoza y abría, pues, un espacio para el camino a la libertad que ha sido tan dolorosa en nuestros pueblos.

El daño de la Contra en Honduras

Pero también quiero recordar que en realidad las fuerzas contrarrevolucionarias hicieron mucho daño al país, porque realmente nuestro país ha sido un país ocupado militarmente por los EE.UU., consideramos que eso es una vergüenza histórica, y siempre nos manifestamos en contra de la presencia militar, y creemos que es una forma de contribuir a la paz el que se vayan las tropas de Honduras, que todavía las tenemos. Y en ese tiempo, nosotros luchamos también por la salida de la contra. Y en realidad hubo una lucha muy desigual, y recuerdo que en el área de Trojes, era prácticamente un territorio diferente. Yo, como hondureño, no podía entrar a ese territorio

DE - ¿Qué es lo que había en Trojes?

JA – En esa zona lo que había eran tropas contrarrevolucionarias nicaragüenses que recibían entrenamiento y que tenían prácticamente tomado ese espacio. También fueron entrenados en diferentes lugares del país y en realidad hubieron actos que fueron también deshonrosos, como las violaciones de mujeres, desalojo de hondureños, y contra eso luchamos muy fuerte en la década de los 80, por lo cual recibimos muchas amenazas, muertos, perseguidos.

A mi me tocó un debate con dos –no recuerdo los nombres- dos dirigentes, de los más altos dirigentes de la contra. A mí me habían invitado porque tenía… iba a ser un debate con un personaje religioso en esa época, que estaba a favor de la contra y yo asistí a uno de los canales de televisión más importantes de este país y cuando asistí, mi sorpresa es que me encontré con dos altos generales de la contra y toda al área de la televisión estaba completamente rodeada de fuerzas militares, y probablemente, fuerzas de la contra.

DE - ¿Se volvieron, se convirtieron prácticamente en un Estado en el Estado hondureño?

JA – Definitivamente tenían un gran poder, yo quiero decir…

DE - ¿Avalado por los gringos, como siempre?

JA – Avalados por los gringos y avalados por el gobierno en ese entonces, y yo diría que un general o un personaje de la contra tenía más seguridad que yo mismo, que era rector de la universidad, o había sido rector de la universidad. Recuerdo que yo ya había salido de rector y el periodista creyó que yo iba a tener miedo, que me iba a sentirme, pues, un poco cohibido. Pero lo que ocurrió es que lo primero que les dije era ¿qué estaban haciendo en Honduras, violando la soberanía del país? Después mi dijeron que era un… -sí, “Usted como ha sido rector, es un cabeza caliente, de izquierda, marxista, y usted no ha superado esos problemas”. Entonces les dije yo, -bueno, miren, ustedes están ofendiendo al presidente, en ese año, de presidente estaba Rafael Leonardo Callejas, que es del partido Nacional, un partido conservador, porque él ha dicho en su campaña que se iba a ir la contra de Honduras. Entonces, bueno, la discusión estuvo muy fuerte, pero al final creo que ganamos el debate, porque lo llevamos al problema que no había ninguna justificación de que permanecieran en territorio hondureño, y segundo que había algunos compañeros que habían sido asesinados y tenían ellos parte de responsabilidad.


Negroponte y las amenazas de muerte

Recuerdo yo que en ese año yo tuve muchas amenazas de muerte, hice una declaración que en el caso de que me mataran era responsable el señor John Dimitri Negroponte, la contrarrevolución nicaragüense y también era responsable el presidente del gobierno y el general Álvarez. Entonces, ante esa denuncia me llamaron una llamada que recibí de la embajada de EE.UU., y me preguntaron que si quería ir a una entrevista con ellos, que podía ser en uno de los hoteles más importantes del país, o en la embajada. Pues yo escogí ir a la embajada. Y me atendió uno de los consejeros políticos o asesores de la embajada, y me dijo: -Mire Doctor, ¿Usted cree que nosotros queremos matarlo? Entonces le dije yo, -sí, yo creo que ustedes son los que apoyan la contrarrevolución nicaragüense acá en Honduras. Entonces me dice:

-“Pues mire, nosotros le garantizamos que no tenemos ninguna intencionalidad”.

–Bueno, le digo, eso está bien...

–“Y le recomendamos que le cuiden los soldados hondureños”. (se ríen los dos).

Entonces le manifesté que realmente no podía aceptar eso, porque también había recibido amenazas, incluso había tenido pues, atentados por el propio ejército.

Lo que quiero decir, que en el marco de todo esto las amenazas que se hacían en Honduras, eran que la Revolución Sandinista era terror del pueblo, que iban a quitarle las casas a la gente, que venía el comunismo, el socialismo… se decían tantas historias. Y que si venían las tropas norteamericanas iba a mejorar la situación económica.


Esperanza para el cambio

Pero en realidad es que no ha mejorado la situación económica, en realidad, por ejemplo, puedo decir que la situación de la violencia en los jóvenes, no hay la agresión que existe contra los jóvenes, en la sociedad nicaragüense. Creo que puede haber problemas obviamente, pero que es el país en Centroamérica que tiene las mejores condiciones para los jóvenes, comparado con los países nuestros. Eso da una idea de ser diferente.

Yo quiero decir categóricamente, que nunca podría estar en contra del proceso del Frente Sandinista en su proceso de liberación, estamos por la paz, por la justicia… y recuerdo yo que en ese tiempo me había invitado, pues, para un reconocimiento en ese tiempo, por nuestra lucha por la paz y la liberación, pero nunca se concretó, por el hecho de que estábamos nosotros… primero no era conveniente, y segundo, pasó pues, a otro proceso en Nicaragua.

En todo caso es de reconocer el gran esfuerzo, la gran lucha y ese espíritu que yo admiro mucho en el pueblo nicaragüense, por su unidad, y ojala se fortalezca el Frente Sandinista, ojala se fortalezca la unidad de los pueblos, ojala tengamos una América Latina unida, y sobre todo, pues, en una lucha por la liberación, la dignidad, la paz, la justicia en nuestros pueblos.


La esperanza para el cambio en Centroamérica

DE –¿Qué impacto tenía la lucha armada del pueblo nicaragüense en el pueblo hondureño, cómo la percibían los sindicatos, los movimientos populares, las organizaciones campesinas y estudiantiles?


JA – No se puede desconocer que había una gran simpatía, sobre todo en la juventud, y también en los movimientos organizados, obreros, campesinos, pobladores, porque era una esperanza para que cambiara la situación en Centroamérica. Yo creo que los pueblos nuestros quieren esperanza, si estamos, por ejemplo, en un proceso ahora por las luchas del movimiento social, desde luego pues nosotros no aspiramos a que los problemas se resuelvan con la guerra, sino que se resuelvan con la participación y la movilización social, que desde luego eso ha ido cambiando, se van creando espacios, y esos espacios que son constructivos pues no existían, es decir, nosotros sí estamos en contra de cualquier política represiva en América Latina… somos críticos de eso.

DE – Durante los 40 años de la dictadura somocista no hubo más camino que levantarse en armas.

JA – Definitivamente que al pueblo no le quedó otra opción. Porque la situación era terriblemente cruda. Y hay que reconocer que la juventud tuvo un papel importante, y eso es lo que me preocupa, porque hay algunas políticas de limpieza social que tienden a exterminar los jóvenes, se ha visto, pues, en Honduras, en Guatemala, en El Salvador mismo, en las cuales yo siempre me he preguntado si toda esta gente tiene la idea de que los jóvenes son un elemento de cambio y que hay que eliminarlos. Porque aquí tenemos toda una historia de violación de los derechos humanos en la última década, donde ha habido, pues, prácticamente hasta masacres de jóvenes, hemos tenido una masacre hace, creo que más de cuatro años, de más de 100 personas en la cárcel. Estos se han identificado como pandillas y maras, y lo que se ha hecho es promover las drogas en los jóvenes, para que se destruyan, para que no se formen. Pareciera que fuera un crimen que los jóvenes tuvieran ideas de transformación social y eso nos preocupa. Y creo, si no estoy equivocado, que en Nicaragua no ha ocurrido eso, lo cual es positivo.

A mí me parece que sí es necesario que los jóvenes conozcan más su realidad, los pueblos conozcan más su realidad, salgamos un poco de las ideas de coloniaje, tan fuertes, aquí mismo en Honduras ahorita tenemos una oposición que realmente se oponen a que el pueblo opine, lo cual refleja racismo, exclusión, discriminación, humillación para la gente. Entonces, nos parece que tiene que abrirse más el espacio, tiene que haber más organización social, tiene que haber más movilización social, pues de lo contrario viene, pues, la confrontación no les queda a los pueblos más que recurrir a situaciones de violencia.

DE – Usted menciona que la situación de hoy es más complicada para la juventud de entender y crear una perspectiva como hacía hace 30 años. De todas maneras la situación, las circunstancias geopolíticas en Centroamérica, es muy diferente hoy que hace 30 años.

JA – Definitivamente han cambiado en su forma, diría yo que ha existido en agencia nuevos procesos, por ejemplo, el triunfo del Farabundo Martí en El Salvador, el triunfo del Frente Sandinista en Nicaragua (2006-2008), y desde luego, algunas posiciones en Honduras que, no obstante, no haber una transformación como en otros países, pero se abren espacios para una mayor discusión, para una mayor participación social.

Ese marco ha cambiado, pero lo que no ha cambiado, esencialmente, son las políticas de carácter militar, sobre todo con enfoque hemisférico. Nosotros creemos, pues, que ojalá con la llegada de Obama… sin embargo, Obama es una persona, no ha cambiado el sistema. Entonces nosotros creemos que van a haber cambios profundos en la sociedad norteamericana, donde creemos que el pueblo se va a llegar a convencer en algún momento, de que la guerra no es el camino, el negocio de las armas no es el camino, sino que el camino está en la construcción de una paz con justicia, de una paz que todos anhelamos.

Pero, desde luego, la situación centroamericana, la situación geopolítica en sí, a veces pareciera que fuera amenazante en el sentido de amenazar las conquistas sociales. Por ejemplo, constantemente se ataca a Nicaragua y se deforman muchas cosas, se utilizan sectores sociales para condenar al Frente Sandinista. Nosotros creemos que todos los pueblos, o sus dirigentes, pueden tener sus fallas, pero la esencia de los procesos es la transformación de nuestras sociedades, es la transformación de un mundo horriblemente injusto, en un mundo que no se concibe que existan acciones en pleno siglo XXI. Entonces, nosotros creemos que sí debe haber unidad centroamericana, sí debe haber una mayor relación entre el pueblo de Honduras y el pueblo de Nicaragua, de El Salvador, tenemos que reconquistar ese espíritu centroamericanista y latinoamericano. Tenemos que pensar con una nueva filosofía, con una nueva ética, no la ética del capitalismo sino la ética de la liberación. Necesitamos, pues, cambiar ese discurso, un discurso que divide a los pueblos. Nosotros queremos construir la unidad de los pueblos. Así que aprovecho para saludar el triunfo de la Revolución Sandinista, que es un triunfo de todos nosotros y de toda América Latina


La cumbre de la OEA en San Pedro

DE – Durante la inauguración de la sesión de la OEA en San Pedro Sula, hace una semana, el presidente Manuel Zelaya dijo que Honduras fue el primer país que suscribió la expulsión de Cuba de la OEA y que ahora quiere que sea el primer país que para incluir otra vez Cuba en la familia latinoamericana y caribeña.

JA – Yo creo que la verdadera izquierda, porque hay una izquierda que es remedo de izquierda, una izquierda que no es ni chicha ni limonada, que quiere quedar bien con el sistema, pero la verdadera gente de izquierda, el verdadero pueblo, definitivamente está solidario con Cuba. Hay una gratitud inmensa al pueblo cubano que ha sido solidario con sus programas de salud, programas educativos, y no en este momento, estamos hablando desde el huracán Fifí, y claro yo, doy testimonio de eso, y luego del huracán Fifí y luego en el huracán Micht, en algún momento estuve en brigadas de salud en las diferentes comunidades indígenas, comunidades donde no llegan los servicios de salud, ahí estaban las brigadas cubanas.

Y algunos podrán creer que es un trabajo ideológico. La realidad en el trabajo es la práctica, la práctica social que es el mejor trabajo ideológico, es decir, el trabajo con amor, con solidaridad. Entonces, en ese sentido creo que también debemos de decir que nosotros tenemos que reconstruir la visión de una izquierda, pero tenemos que partir, como dicen ahora, de lo local, partir de América Latina, nosotros tenemos que tener unidad con los pueblos de América Latina, tenemos que comprender el pensamiento de los líderes de América Latina y articularlos a una visión universal, a una visión por una nueva humanidad, por un nuevo hombre, por una nueva mujer, por una nueva transformación de esta sociedad. Tenemos que construir realmente una visión social más humana pero también más planetaria, más respetuosa de los derechos de la mujer, más respetuosa de las culturas.

En eso tenemos que construir un pensamiento y ese pensamiento se está construyendo en Venezuela, en Bolivia donde es impresionante por ejemplo la aportación del movimiento indígena boliviano a la visión de las nuevas Constituciones de nuestros países. Se tocan innovaciones extraordinarias y creemos nosotros que las transformaciones se están dando, en Honduras que realmente ha sido un país que sus gobiernos han sido realmente serviles a los intereses imperialistas, colonialistas, vemos que ha habido un cambio. Yo soy crítico del gobierno actual, pero considero que su posición frente a Cuba, su posición frente a América Latina, su posición para darle oportunidad a este pueblo que participe, me parece que son elementos positivos que definitivamente hay que apoyarlos sin vacilar, como hay que apoyar todas las conquistas que ha hecho el Frente Sandinista, que son un ejemplo para toda América Latina y que también son una escuela viva del pensamiento.


El atentado contra presidente Zelaya el 12 de junio

DE –Usted dice que tiene una posición un poco crítica contra la gestión del presidente Manuel Zelaya, quien anoche fue víctima por un atentado, prácticamente una emboscada cuando salió al anillo periférico acá en Tegucigalpa. Pese que el presidente Zelaya solo ha hecho algunas reformas moderadas, nada de cambio de estructuras, pareciera que lo quieren pintar como un dictador. . . solo y simplemente por hacer una encuesta si el pueblo quiere una Constituyente o no (el 28 de junio).

JA- Yo tengo una posición crítica, porque la crítica significa señalar lo positivo y lo negativo. Desde luego es el gobierno, en general es un gobierno muy fragmentado, con núcleos de poder que tienen ideas muy opuestas, pero condeno ese atentado, incluso pues, han existido expresiones, que van a meter a la cárcel al presidente…

DE – ¡y hasta los generales!

JA – Sí, los generales han animado a las Fuerzas Armadas para que… pero nosotros creemos que ningún ejército es más grande que un pueblo, y un ejército que traiciona al pueblo, a la larga tiene el repudio del pueblo. Afortunadamente en este momento hay militares que no están en esa idea golpista, porque los que no tienen el poder, el pueblo, recurren al poder de la fuerza, al uso de la fuerza violenta, contra el mismo pueblo.

Yo creo que ya el pueblo de Honduras ha ido perdiendo el miedo de enfrentar cualquier posición. Yo creo que ahorita, en este momento, sería un grave… no error sino sería una cuestión terrible que este ejército se uniera a los sectores más poderosos y quedaría más desprestigiado. Entonces me parece que el presidente, pues, ha tenido el valor, hay que reconocerlo, y por otro lado, no solamente el valor, sino que tiene la firme apertura realmente de que el pueblo opine. Y el significado de todo eso, en realidad es muy importante.

Mire, el presidente ha invitado al presidente de Nicaragua, con todos los honores, para la cuestión, aún cuando los sectores muy conservadores han realizado una campaña contra el gobierno sandinista. Entonces, sí tiene ese mérito, de tener un pensamiento más latinoamericano, eso nos parece fundamental. Lo que pasa es que muchos políticos, los gobiernos en general, incluso el de Nicaragua, son obligados por las políticas multinacionales, por los tratados internacionales, por las fuerzas multinacionales, por los ejércitos internacionales. Es una presión tremenda. Frente a eso hay que unirnos todos, hay que movilizarnos, y sobre todo, hay que defender las conquistas históricas. Por eso digo yo, independientemente quién esté en el poder, defender esa gran conquista histórica de América Latina, que es el Frente Sandinista de Liberación Nacional


La verdad ha sido escondida por Negroponte

DE – Usted aparece en un documental noruego, prácticamente de más de una hora, sobre el personaje John Dimitri Negroponte en donde Usted menciona que en la base norteamericana de aviación, que estaba en las afueras de Tegucigalpa, fueron enterrados al menos un par de centenares de víctimas del movimiento popular hondureño. También la contrarrevolución nicaragüense tenía situado en parte en esa base. Ahí han desenterrado una cantidad de víctimas pero ¿lo ha logrado eso sin o con la cooperación de los EE.UU.?

JA – En realidad una información muy clara del panorama no la tenemos, ha sido inaccesible para…

DE - … casi 30 años después…

JA - … casi 30 años después… Por eso yo creo que una de las cuestiones fundamentales es la verdad y el problema es que en materia de los desaparecidos, los torturados, los que fueron asesinados, perseguidos y todo, no se ha dicho la verdad, la verdad ha sido escondida, y creo que indudablemente, nosotros sabemos al riesgo a que nos sometemos, pero creemos que responsables de esa historia y de esa política de represión de los desaparecidos en América Latina, fue John Dimitri Negroponte que era una de las personas brillantes para la estrategia de la Doctrina de la Seguridad Nacional, que es la eliminación de las personas, las torturas… y creo que definitivamente, ese capítulo no está cerrado. Yo cada vez que hablo con alguna autoridad de esa materia, he dicho: dígannos la verdad ¿qué pasó con los desaparecidos en el país? ¿Qué ha pasado con la Doctrina de la Seguridad Nacional? ¿Qué ha pasado con los que se han entrenado en la Escuela de las Américas?

DE – el Batallón 32…

JA – el Batallón 316 … entonces, todo ese tipo de cosas sí necesitamos denunciar, aclarar, no tenemos ningún prejuicio con ningún ciudadano del mundo, al contrario, tenemos muy buenos amigos en los EEUU, sabemos que es un país que está teniendo algunas transformaciones, que hay movimientos de justicia muy amplios, pero es a todo el mundo que preguntamos ¿qué ha pasado con los torturados, los reprimidos, los desaparecidos? Y es ahí, mientras no se diga esa verdad, va a continuar la impunidad. Y consideramos que realmente en esa política John Dimitri Negroponte, tuvo gran responsabilidad.